
Los ponis son los dueños absolutos de la creción, se pasan el día comiendo cocos y copulando tanto entre ellos como con manterizos anacárdicos, los cuales poseen un irresisitible atractivo para cualquier poni, sea macho o hembra. Las hembras poni que quedan preñadas de manterizos suelen ser repudiadas por la manada y huyen a lugares más cálidos para parir a los monstruosos seres que matan inmediatamente a coces para luego despeñarse por un precipicio, no por remordimiento sino por el tormento de la horrible visión de sus engendros. En realidad lo que los ponis consideran monstruos son una especie de piñas con trompa de elefante.
Una de las hembras preñadas murio duraante el parto de la piña dejándola viva. La pequeña piña consiguió arrastrarse hasta el polo aterrorizando a manadas enteras de ponis que se despeñaron en masa por los acantilados ante tal visión. La piña posee una increible inteligencia en comparación con los ponis, disfrazándose de excremento consiguió secuestrar a una poni preñada de otra piña y salvó a su retoño teniendo así un compañero con el que aparearse para dar lugar a nuevas piñas. Las poblaciones de ponis han sufrido importantes mermas ante la visión de la piña y los continuos suicidios de hembras. ¿Estaremos ante el fin de la era de poni? Lo veremos en próximas entradas.
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